Cuando he abierto
la ventana y he visto que habían cortado las ramas del granado he sentido como
si me hubiesen podado también las venas. Me he puesto delante del espejo y no
he sabido con qué ojos mirarme. Ojalá estuviese aquí aquella profesora de
arquitectura que me quitaba el bloc de las manos para corregir las líneas
torcidas. Ojalá apareciese por detrás con sus ganas de enseñar y dibujase un punto
que rompiese el blanco del papel, una diminuta mancha de carboncillo que
sirviese de amarre para empezar a trazar estrategias de fuga. Cualquier impulso que deshaga la apatía y
acabe con el desdén. Es martes y podría ser miércoles si arrancase esta página
de la agenda. También podrían ser las siete si borrase algunos números del
reloj, y hasta podrías estar aquí si me arriesgase a decirte ven, si
llenase las dos columnas de esta lista para saber qué quiero. Me miro sin verme
y pienso que tendré que elegir una chaqueta nueva, un peinado nuevo, unos ojos,
una casa, un destino, un sueño. Tendré que elegir si echar a correr o plantar raíces en
este suelo, si sentarme en las terrazas a pesar del invierno o mejor buscar
estufas que apaguen el miedo. Pero necesito impulso para empezar a moverme, un
pequeño empujón, algo que me ayude a decidir entre quemar las ganas o descifrar el deseo.
Com m'agrada. Hipnotitzes.
ResponderEliminardelesparaules
impulsos y empujones
ResponderEliminarpara que haya ganas de quemar los deseos descifrados
me alegro que no te distraes!