miércoles, 5 de agosto de 2015

también esto pasará



"Recuerdo habernos mirado en algún momento, a través de una mesa llena de gente, o paseando por una ciudad desconocida, o en medio del mar, y haber sentido las dos que caía polvo de hadas sobre nuestras cabezas y que tal vez no nos pondríamos a volar allí mismo como aseguraba Peter Pan pero casi. Y me sonreías desde lejos y yo sabía que tú sabías que las dos sabíamos, y que en secreto agradecíamos a los dioses aquel regalo insensato."

Milena Busquets, También esto pasará

Saudade es algo así como una nostalgia rara, un algo que se siente pero que no está. Las ganas de que la tormenta de esta mañana rebobine y se lleve calle abajo los destrozos del deseo. Saudade este hilo de luz enredado en la espalda o el recuerdo -hecho dardo- que se clava tras las rodillas. Querer olvidar pero no. Saudade los regalos insensatos de no sé qué dioses -pero dioses al fin-, regalos que se reciben, que se viven, que se acaban y hasta duelen. Saudade esta especie de dolor que antes fue alegría: sed de lluvia, sed de invierno, sed de conversación y de abrazo. De polvo de hadas una noche en el mar. El saber que tú sabías que yo sabía sin decirnos nada.

Saudade las mujeres que dejaron de sentarse en el sillón de flores, las que hablaban y reían y eran tan fuertes que parecía que la vida no iba a poder vencerlas nunca. El eco de su risa, de su voz, de los veranos con Serrat en el radiocasete del Opel Corsa, la tele en el jardín y las paredes libres de grietas. Saudade ese tiempo en el que no existía todavía la pena, esa época en que tampoco nosotros teníamos grietas y éramos aún capaces de creer que esto -Esto-, como todo, también pasará.

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